En el escenario medioambiental, donde cada decisión cuenta, que significado tienen las bolsas «compostables» y «biodegradables» se vuelve crucial. La confusión que rodea a estos términos, a menudo alimentada por los medios de comunicación convencionales, plantea un dilema para empresas que buscan adoptar prácticas más sostenibles. Este artículo tiene dos objetivos muy importantes. Primero, quiere explicar de manera sencilla qué significa ser «compostable» y «biodegradable», ya que a veces la gente se confunde con estos términos.
Cuando hablamos de algo biodegradable, nos referimos a un material que puede romperse naturalmente gracias a la acción de organismos vivos. ¡Sigue leyendo! La magia aquí es que este proceso ocurre sin nuestra intervención directa. Estos materiales se descomponen con el tiempo, se integran con la naturaleza y se convierten en nutrientes para el suelo. Algunas veces, incluso alimentan a las plantas, ¡como un buffet natural! Y no te preocupes, este espectáculo no es rápido; puede llevar semanas, meses o incluso años, ¡pero todo forma parte del ciclo de la vida!
Ahora, es esencial que le mencionemos que existe una norma internacional llamada UNE-EN 13432. ¿Qué busca? Esta normativa establece las reglas que deben seguir los envases para ser oficialmente considerados biodegradables. Así que, cuando veas ese término, ¡sabrás que estás presenciando el increíble proceso en el que la naturaleza hace su magia!
Cuando decimos que una bolsa es biodegradable, nos referimos a que está hecha de sustancias que los bichitos vivos, especialmente los microorganismos fanáticos del oxígeno, pueden descomponer en carbono u otros elementos.
Ahora, lo genial de esto es que estas bolsas pueden anexarse a la naturaleza, ser parte de los ciclos naturales como las hojas caídas en otoño. ¿Adivina qué? A menudo, estas bolsas como están hechas con ingredientes orgánicos como plátanos, yuca o patatas. ¡Sí, estás leyendo bien! elementos que puedes encontrarías en tu cocina.
Entonces, la próxima vez que veas una bolsa con la etiqueta «biodegradable», ¡piensa en ella como una superestrella verde que vuelve a la naturaleza para seguir el ritmo de la madre Tierra!
¡Vamos a sumergirnos en el emocionante mundo del compostables y descubrir cómo convertimos basura en oro para nuestras plantas! ¿Listos para este paseo verde?
Cuando hablamos de compostables, nos referimos a ese humus mágico que obtenemos cuando transformamos residuos orgánicos usando un proceso bioquímico calentito. ¡Es como la receta secreta para hacer un superalimento para nuestras plantas! Estos materiales pueden convertirse en fertilizantes orgánicos de manera natural o con un poco de ayuda humana.
Ahora, la magia del compostaje no es solo para expertos. Tú mismo puedes ser el maestro del compostaje en tu jardín o incluso en instalaciones industriales que llamamos «plantas de compost». ¿Imaginas una fábrica que convierte desperdicios en tesoros para las plantas? ¡Eso es el compostaje en acción!
Este proceso tiene un truco increíble: acelera la transformación de residuos en abono, ¡y sin necesidad de productos químicos o métodos complicados! El objetivo es obtener la mayor cantidad de fertilizante en el menor tiempo posible. Estamos trabajando duro para asegurarnos de que este abono sea como un batido súper nutritivo para nuestras plantas, ayudándolas a crecer más rápido y más fuertes. ¡Es como darles un impulso de energía para que sean las superestrellas verdes que todos amamos!
¡Para despejar cualquier duda sobre los términos y asegurarnos de entenderlos a la perfección, recordemos lo siguiente!
La clave está en el tiempo que tarda un material en descomponerse y regresar al ciclo natural de la vida, vinculado a su capacidad para convertirse en compost. Si un material cumple ambos requisitos, lo llamamos compostable. Ahora, si no puede transformarse en compost en un periodo corto, lo clasificamos como biodegradable.
Un punto importante a tener en cuenta es que todo lo compostable es biodegradable, pero lo biodegradable no siempre es compostable. Aunque la diferencia parezca sutil, es crucial. La gestión de estos materiales por parte de las empresas de tratamiento de residuos varía según su tipo. Para resolver la incertidumbre, si una bolsa de plástico puede convertirse en abono junto con restos de comida en el mismo periodo de tiempo, ¡entonces estamos ante una bolsa compostable!
En resumen, todos los materiales son biodegradables en un sentido amplio, pero algunos necesitan décadas o incluso siglos para degradarse por completo. En nuestra realidad apremiante, no podemos esperar tanto tiempo para abonar nuestros cultivos. ¡Así que, a elegir materiales compostables y seguir adelante con un planeta más saludable!
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