Los viveros son bolsas fabricadas con polietilenos reciclados en baja densidad y de color negro. Su función es brindar estabilidad a las plantas por su gran resistencia a diferentes climas. Su característica es de color negro, pero se encuentra en diferentes tamaños y volúmenes.
Esta bolsa tiene como diseño principal el no tener fuelle, el cuál es un doblez lateral hacía dentro que sirve para reforzar la estructura. Asimismo, las personas que utilizan los viveros suelen hacerle perforaciones.
El producto para los viveros es fabricado especialmente las materias primas recicladas, pero dependiendo directamente de las necesidades como: el tiempo de germinación y trasplantes. Además, su tamaño puede varias dependiendo de la plata que se trasladará.
El tamaño de vivero más grande es utilizado para las plantas que tienen una raíz muy ramificada o de mayor crecimiento. Caso contrario sucede con aquellas que tienen una raíz no tan frondosa y de poco crecimiento.
Es importante mencionar que el tamaño del vivero es fundamental porque ayudará a evitar mal formaciones en las raíces enrolladas. Un vivero con un tamaño inadecuado causaría que las raíces se enrollen y salgan de la bolsa.
Su nombre describe su principal función, la cual es sembrar y/o transportar plantas de cualquier tamaño. También pueden repicar las plántulas del semillero, llenándolas de tierra o sustrato. Con la finalidad de obtener un medio de conversación hasta el lugar donde se plantará.
Sirven para empacar las plantas que son mostradas en tiendas, jardines o en viveros. Se recomienda hacer pequeños agujeros en el material para permitir el drenaje del agua por los orificios. Los viveros que se encuentran con tierra y plantas deben encontrarse en superficies planas con un metro de largo y 1.5 metros de ancho sobre el suelo.
Son establecidos de forma vertical y lo más junto posible a otros para evitar caídas o daños en el material. Es importante colocar una lámina en el suelo para evitar que las raíces de las plantas salgan de la bolsa.
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Las bolsas de viveros pueden albergar diferentes elementos como la arcillas, la cual ayudará en el drenaje. Sin embargo, si el tipo de mezcla que utilizaras no es propenso al drenaje, es recomendable cubrir el fondo de la bolsa de cultivo.
Es posible forrar la bolsa con piedras de arcilla o perlita gruesa, al menos un total de 2.5 centímetros de piedras en la bolsa de viveros. Además, es importante utilizar tierra de jardín que es similar al abono.
Los materiales ideales para las bolsas de cultivo son: Un tercio de musgo, de abono y vermiculita, un tercio de mineral que acumula la humedad. La bolsa debe ser llenada hasta el final, pero dejando un mínimo de 5 centímetros en la bolsa.
Para finalizar con la mezcla, luego de implementar el abono debe agitarlo un poco y amásalo como si fuera un pan. Luego es importante darle una forma de monte bajo para que la tierra de desplazca uniformemente. No olvide realizar pequeños hoyos de unos 3 cm aproximadamente para liberar la cantidad de humedad.
Son importantes porque permiten trasplantar o repicar las plántulas del semillero, llenándolas de tierra o sustrato. Asimismo, es un tipo de conservación hasta llevar a la planta a su destino final.
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